domingo, 21 de octubre de 2012

HABLA UNA PIEDRA.



HABLA UNA PIEDRA
24/9/08
 
Cuando calla la mente…
se escucha, la elocuencia del silencio:
El lenguaje sin palabras, de la naturaleza, del universo…
lo que cuentan,
el viento y las tormentas, las estrellas, el sol y la luna,
los árboles, las flores, los pájaros, las mariposas,
el mar, los bosques, y las piedras…

Con la mente en blanco,
mirando, fijamente a una piedra, sin parpadear,
comenzó a hablarme.

“Cuando me tomas en tus manos,
en ellas tienes –nada mas y nada menos-
que una partícula del cosmos, del universo”.

“Existo… desde el comienzo de los tiempos,
formo parte del material, con el cual se formó la tierra,
hace unos cuatro mil seiscientos millones de años,
(4.600.000.000)
mucho antes de que la vida en este mundo comenzara,
mucho antes de que el hombre existiese”.

“Y como parte del cosmos,
SOY ETERNA,  SOY INMORTAL
En tus manos tienes…
algo que no tiene fin,
una revelación concreta, palpable… de lo eterno.
Somos únicas en ese sentido:
¿De que otra cosa, palpable, concreta,
podrías decir los mismo?”

“En el mundo entero,
una igual a mi no encontrarás.

A diferencia de los humanos,
no competimos las unas con las otras,
la envidia entre nosotras no existe.
Cada una tiene, su propia personalidad,
cada una su propia belleza”.

Nuestra dimensión, forma, superficie,
composición, combinaciones,
son únicas, ilimitadas, infinitas.

“Alma no tenemos.

Lo que ustedes entienden por amor, no lo conocemos,
pero hijas somos,
del amor infinito, del amor universal.,
… de Dios”.

“Nos desprecian,
porque, exceptuando las que llaman preciosas,
valor contable no tenemos,
de acuerdo a los parámetros… por ustedes diseñados”.

“Dime una cosa:
¿Podrían ustedes, sin nosotras existir?”
“Hemos sido y somos de gran importancia, para vuestra cultura.
Sin nosotras, no se habrían podido construir las pirámides de Egipto,
ni las famosas construcciones de los Incas y de los indios de Meso América,
ni los famosos palacios y catedrales en Europa y en el Asia”.

“Ni que decir,
de las maravillosas esculturas de Miguel Ángel,
y de tantos otros,
que lograron  poner al descubierto,
lo que en nuestro seno yacía”.

“Si no fuera por nosotras,
¿con que construirían hoy sus casas y edificios?
Con ello ustedes no nos destruyen,
solo transforman una parte minúscula de nosotras.”.
¡Somos tan abundantes! 
                                          
“De nuestra existencia y presencia,
agradecidos habríais de estar.
Reconocer nuestra vigencia, nuestra trascendencia,
sería lo menos que podemos esperar”.
Dignas somos de ser amadas,
por quienes entiendan,
que el universo es UNO, somos mas que hermanos.

“A la inversa de la mayoría de ustedes,
somos importantes, muy importantes,
pero… pregonándolo no andamos.
Ego no tenemos;
  el orgullo, y la soberbia, no los conocemos”.

“Esta conversación, cuéntasela a tus hermanos”.

Miguel Alejandro Römer
24/9/08








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