martes, 25 de septiembre de 2012

CON LOS AÑOS APRENDÍ II

CON LOS AÑOS APRENDÍ
II
De Donde Viene… el Miedo a Amar.

Tal como veremos
es mucho el coraje que se requiere…
para amar a una pareja…
en el mas amplio sentido de la palabra.

Compartir toda una vida con otra persona…
es algo que hay que pensarlo muy bien…
si se tiene un mínimo de responsabilidad…
y si no se quiere fracasar.

Se está corriendo un riesgo…
¡hay que correrlo!

Pero…
es conveniente conocer…
algunos aspectos…
de la relación de pareja.

Si no somos felices con nosotros mismos…
y pensamos…
que en una pareja encontraremos…
la felicidad que buscamos…
de primera intención al fracaso vamos
porque amor es dar…
dar gratuitamente sin cobrar.

Y es en ese dar sin cobrar…
donde la felicidad
 …la verdadera…
 se esconde.

Si a la unión vamos…
mendigando amor…
sin duda alguna
en un fracaso terminamos.

E indudablemente…
antes de realizar esa unión “permanente”…
que llamamos matrimonio…
dudas nos asaltarán.

Miedo tendremos…
de eventualmente en la pareja no encontrar…
la felicidad que anhelamos.
Una duda, un miedo
¡de los que solo a la larga…
la respuesta encontraremos!

De allí algo evidente se desprende:
Solo amándonos a nosotros mismos…
habiendo encontrado en nosotros,
la felicidad que necesitamos…
podemos…
 en paz, tranquilos intentar…
una relación de pareja realizar.
¡No está en peligro nuestro bienestar!

“Tengo amor que dar…
tengo amor para repartirlo.
Puedo ser feliz conmigo mismo”.

Pero me encantaría conseguir una pareja…
con la cual…
 en condiciones iguales a las mías…
mi felicidad…
 con la suya pudiese compartir..

Libremente…
 sin coartar en los mas mínimo…
la libertad de ella.
***
Amándome a mi mismo…
el ego no existe.
Su ausencia deja un vacío…
que con el vacío de la pareja…
sin problema alguno…
 en uno solo se ha de integrar.

Una pareja así…
no es fácil conseguirla.

La inmensa mayoría de las personas…
no se aman a sí mismas.

Quien no se ama a sí mismo es un egoísta:
Su bienestar depende…
del que lo que le den los demás.

Esa pseudofelicidad…
de alguna manera tendrá que comprarla.
A un amor verdadero…
nunca lo conocerá.

Cuando se constituye una pareja…
dependiendo el bienestar de cada uno…
del que el otro le dé…
sin tener nada que dar.
¿Cómo se podrá…
 una felicidad sólida y perdurable alcanzar?
¡Es imposible!

Para constituir una pareja viable y estable…
hay que desprenderse del ego.
El “yo” tiene que desaparecer.

Eso la mente no lo puede permitir…
con todas sus fuerzas se ha de resistir;
¡está en juego su supervivencia!
¡La supervivencia de la razón!

Bien lo dijo Pascal:
“El corazón tiene razones…
que la razón no entiende”

Quedarse sin mente y sin ego…
quedarse “desnudo”…
 en el vacío indefenso
¡da mucho miedo!
por no decir pánico.

Hay quienes NO logran superar el miedo…
de seguir al corazón…
y entregarse vulnerable al otro o a la otra…
sin el escudo protector del ego y de la mente.
Mas de uno ante esta disyuntiva…
suicidándose ha terminado.

Amor, vida y felicidad…
es una trinidad;
sobre ella…
¡descansa la Existencia!

El amor es un misterio…
no se lo puede definir;
es algo mas que un sentimiento;
en un éctasis se convierte cuando trasciende…
a un estado de conciencia:
cuando amamos a todo cuanto existe…
¡cuando en un amor nos convertimos!

*******

Complementando lo hasta aquí expresado diremos…
que la verdad hay que vivirla
¡no se la puede enseñar!
¡no se la puede transmitir!
¡no se la puede imponer!
Es diferente para cada persona.

Cada uno…
en la punta de su nariz la tiene…
pero no la ve…
su mente se lo impide.

Solo puedo expresar…
 cual es MI verdad…
que de punto de partida podría servir…
para que cada quien busque la suya.
Hay que buscarla
¡por sí sola no vendrá!

Tal como arriba dijimos…
a través de la mente…
nunca la hallaremos.
Solo en meditación la alcanzaremos.

Allí
… en el SER …
en la intimidad de nuestra existencia inmortal,
la encontraremos:
¡ES AMOR, ES PAZ!

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Aquí les dejamos conocimientos novedosos…
algo para pensarlo, para analizarlo…
y si posible…
 digerirlo y asimilarlo.

Miguel A. Römer R.

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